El Paris de inicios del siglo XX, con su literatura, música y arte fueron los elementos claves que inspiraron al director Waut Koeken para crear la escenografía de “La Bohème”. El resultado: una impresionante atmósfera del siglo pasado sobre el escenario.
Tres paredes- cubiertas con páginas de papel hechas con Droppaper de ShowTex- rodeaban la escenario. Aproximadamente 100 metros de telas para eventos ignífugas se utilizaron para decorar los telones y los paneles laterales. Se imprieron Droppaper con piezas de poesía y se adhierieron a las paredes irregularmente para otorgar a la escena mayor estructura y profundidad.
Este material no tejido y traslúcido terminó siendo la mejor elección para el gran final: los papeles con poesías se iluminaron desde atrás y el escenario se inundó con una imponente luz brillante.